Empezamos febrero y con este mes, unido a las inusuales altas temperaturas, podemos observar en los pinos unos nidos blanquecinos en forma de bolsa pegados entre sus ramas. ¿Sabéis quién se esconde dentro? ¡Bingo! La peligrosa oruga procesionaria. De ella, sus efectos y las precauciones que debemos tomar con nuestro perro hablaremos en este post.
A esta oruga se le conoce también como “procesionaria del pino” y pone sus huevos sobre las ramas apicales de los pinos. Las larvas nacidas en verano pasan los meses fríos sobre estos árboles dentro de unos hilos sedosos pero cuando las temperaturas aumentan bajan del pino para enterrarse en el suelo con el fin de convertirse en mariposas y es en ese momento que se convierten en animales peligrosos para nuestras mascotas.
La procesionaria provoca reacciones urticantes porque su cuerpo está recubierto de finos pelos que contienen una toxina y, con tan solo aproximarse a ellas, pueden sentirse amenazadas y reaccionar soltando estos pelos. Además una vez que sus nidos son abandonados o manipulados, el viento es capaz de desplazar estos pelos y ponerlos en contacto con la piel y mucosas creando reacciones sin que el animal haya estado en contacto directo.
¡No quiero que mi mascota se acerque!
Evitar paseos, sobre todo en los meses de febrero y marzo, por parques o lugares donde haya pinos, u otros árboles que puedan albergar nidos o hileras de procesionarias. También es recomendable que en los jardines privados consultemos con algún experto para que la detecte y la erradique.
Creo que le ha picado la oruga ¿cómo lo detecto?
Tras un contacto con la oruga nuestro amigo mostrará nerviosismo y comenzará a tocarse con las patas al notar un gran picor intenso en la zona afectada. Esto le llevará a sufrir una gran irritación que se apreciará por el color sonrojado de la zona. Asimismo, aparecerá una inflamación de la cara, párpados, labios y/o la lengua que cambia de color –del amarillo al verde-. Esta inflamación se puede intensificar en varias zonas pudiendo llegar a producir la muerte por asfixia al bloquear las vías respiratorias. Otros síntomas que se manifiestan son la hipersalivación, jadeo, vómitos, hemorragias o shock anafiláctico.
¡Voy deprisa al veterinario!
Aunque debes acudir al veterinario urgentemente, antes debes realizar un lavado en la zona afectada con suero fisiológico o agua caliente (el calor inactiva la toxina) aunque sin frotar para evitar que los pelos clavados se rompan y liberen más toxina.
También es recomendable, si en estos meses te vas de excursión a zonas con pinos dónde existe el riesgo de encontrar estas orugas, llevar contigo corticoides inyectables, para poderlos inyectar de urgencia en caso de que se produzca este accidente, ya que una respuesta rápida es muy importante.
Confiamos que este post te ayude a estar alerta de esta peligrosa oruga y a saber reaccionar a tiempo si tu mascota ha estado en contacto con ella y no dudes en venir a preguntarnos qué medicamento, dosis y modo de administración tienes que utilizar.
Así que ya sabéis, ¡máxima precaución! Porque más vale prevenir que curar.